“Y resulta que el hermano de la señora Burge-Jones es un matemático que conoce personalmente al señor Lewis Carroll, autor de los rompecabezas (el cual, como profesor de Oxford que es, al parecer, utiliza otro nombre en la vida real). Y –para consternación de la señora Burge-Jones, diría yo por su tono de voz–, le ha expuesto a su hermana que Emily ha heredado su afición por las matemáticas y que tendría que considerar, si dicha afición se mantiene, la conveniencia de continuar sus estudios todo el tiempo que le apetezca, incluso en la universidad. Sí; la señora Burge-Jones me ha informado de que hay un college para damas precisamente aquí, en la Universidad de Cambridge. ¡Dos, en realidad! No se permite que las mujeres se gradúen, es cierto, pero pueden estudiar y tener tutores y asistir a las clases e incluso presentarse a los exámenes. ¡Cielo santo! Emily se ha puesto a dar saltos de alegría ante tal perspectiva, mientras su madre, con aire dubitativo, decía: Por fortuna, sólo tiene trece años. Hay tiempo de sobras para pensar en ello.”Este párrafo pertenece a las primeras páginas de la novela La incógnita Newton (rocaeditorial, 2004), de Catherine Shaw, una novela que podríamos calificar de muy matemática.
link:
El problema de los tres cuerpos. Un misterio en Cambridge.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Se bienvenido y comenta! recuerda, se respetuoso y no insultes o los comentarios seran eliminados.