Y está ahí, exactamente en esa zona que señala en amarillo la actividad cerebral. Según cuenta Neuroskeptic, un equipo de investigadores israelíes ha tenido la "suerte" de documentar un episodio místico de un paciente judío de 46 años mientras medían la actividad eléctrica de su cerebro en un ingreso hospitalario. Los médicos registraban su actividad cerebral para intentar localizar el foco epiléptico que le provocaba ataques periódicos.
link:
La ciencia por fin encuentra a Dios
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Se bienvenido y comenta! recuerda, se respetuoso y no insultes o los comentarios seran eliminados.